Un informe firmado por un médico forense concluyó con la hipótesis de suicidio señalado como la causa de la muerte del joven cristiano paquistaní Haroon Haidar, abatido a tiros en abril de este año.
El informe médico indica que Haidar sufrió dos lesiones en el cráneo, resultado de dos disparos separados. El primer disparo fue fatal, pero el autor se las arregló para disparar de nuevo.
El padre de Haroon, Haidar Masih, nunca creyó en la hipótesis del suicidio, y dijo a las autoridades paquistaníes que su hijo, que estaba casado y con dos hijos, sufrió amenazas un día antes de morir. Un compañero de trabajo se había molestado por no lograr obligarle a convertirse al Islam.
El acusado es Umar Farooq, la única persona en el edificio donde Haroon murió. Umar es el encargado de la seguridad de un Banco Pakistaní Islámico que está en construcción- donde el joven cristiano, tenía 24 años, trabajando como barrendero.
La policía dijo que Farooq fue al baño y dejó la pistola sobre la mesa y que el joven cristiano habría tomado el arma disparándose en la cabeza y muriendo en el acto. El padre de Haroon no creyó en la versión dada por la seguridad.
“La policía me informó de que el guardia había escuchado el ruido, corrió a las escaleras de abajo, donde vio que Haroon que se había suicidado disparándose en la frente con una pistola”, dijo Masih.
Cuando la familia pudo ver el cuerpo, quedó impresionada con la forma en que se encontró Haroon: “Todo el cráneo por encima de las cejas había sido arrancado, mientras que el cuerpo estaba en una posición de sentado en el sofá”, dijo Khalid Shehzad, director de un centro comunitario en Lahore que proporciona alimentos, educación y asistencia jurídica a los cristianos.
Haidar Masih no tiene ninguna duda de que Farooq, es el asesino de su hijo. La víctima llegó a quejarse de intentos de conversión que había estado sufriendo y también de amenazas. “El guardia de seguridad del banco, Umar Farooq, le obligó a convertirse al Islam y por negarse, lo mató”, declaró el padre.
El primo de Haroon Haidar, Parvaiz Babloo, que trabaja en el Hospital Mayo de la Univesidad Médica de King Edward afirma que la policía llegó a pedir a los médicos el informe de la muerte pero que fuera registrado como suicidio, pero el personal no aceptó.
“El médico se negó de manera clara y pidió a la policía que registrase el caso como un delito en primer lugar para poder realizar la autopsia”, dijo Babloo. El personal del hospital no tenía ninguna duda de que el caso fue un asesinato y no un homicidio.
FUENTE: NoticiasCristianas.com
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