lunes, 23 de diciembre de 2013

“Cristianos en Ucrania, es un momento histórico para ser agentes de cambio”

Olena Welch, activista en Kiev, explica las protestas en la plaza 'EuroMaidan' y habla de la esperanza 
por una sociedad transformada.

Las protestas en Ucrania han conseguido llamar la atención de medios de comunicación del mundo entero. Las imágenes de la plaza de la Independencia de Kiev llena de banderas, tiendas y manifestantes pidiendo más democracia y un futuro sin corrupción han ocupado espacios en nuestros informativos durante semanas. Para conocer con más profundidad la problemática de fondo, Protestante Digital ha hablado con una activista sobre el terreno.


Olena Welch nació en Lutsk (noroeste de Ucrania) y vive en Kiev, la capital. Es asesora de la organización cristiana estudiantil IFES (International Fellowship of Evangelical Students) y trabaja como secretaria de formación para la región de Eurasia. Junto a su marido Brian tienen tres hijas y forman parte de una iglesia evangélica de la ciudad, la Asamblea Cristiana Internacional de Kiev.

Este es su análisis desde el centro de las protestas.  (Read this interview in English)

Pregunta. ¿Por cuánto tiempo ha estado activa ya la ‘EuroMaidan’ (‘Euroresistencia’) en la plaza central de Kiev? ¿Cuáles son las principales exigencias de las personas que siguen manifestándose ahí?

Respuesta. La ‘EuroMaidan’ ha estado en la Maidan Nezalezhnosti (la plaza central de Kiev) desde la noche de 21 de noviembre de 2013. Se ha convertido en la protesta más grande desde la Revolución Naranja de 2004. La gente tomó las calles por primera vez para protestar por la suspensión por parte del presidente [Víktor Yanukovych] de lo que eran las preparaciones para firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

En la noche del 30 de noviembre, fuerzas especiales antidisturbios atacaron violentamente y dispersaron de forma brutal a los manifestantes que había en la plaza. Hubo gente que fue herida y algunos de ellos detenidos. Al día siguiente, más de medio millón de ucranianos aparecieron en la manifestación en el centro histórico. Desde entonces las peticiones de los manifestantes son: justicia, derechos humanos, el gobierno de la Ley y libertad en Ucrania.

P. ¿Cómo es este movimiento en otras partes de Ucrania? ¿Hay regiones en el país en las que la gente apoya mayoritariamente al presidente Yanukovych? Y en caso que sí, ¿cuáles son sus argumentos?

R. El país, Ucrania, fue partido históricamente de una forma artificial y política, como resultado de la limpieza étnica y la hambruna forzada por Stalin en 1932. Millones de personas murieron, la mayoría de ellos en el este de Ucrania. Todas estas personas muertas fueron ‘reemplazadas’ por los soviéticos por millones de personas deportadas desde Rusia. Hoy en día, la parte en la que se habla ucraniano del país (el oeste de Ucrania) da la bienvenida a la Unión Europea. De mientras, las regiones en las que se habla ruso (el este) está en contra de la integración en la Unión Europea. Muchos de los que apoyan al presidente creen en los beneficios que vienen de tener lazos estrechos con un vecino tan rico como lo es Rusia.

En Ucrania, la separación entre grandes empresas y la política es muy difusa. Muchos oligarcas que apoyan las políticas del presidente también son del este. Se benefician del gobierno al comprar propiedades estatales a precios bajos en licitaciones en las que apenas hay competencia.

P. A parte de demandar más puentes y conexiones con la Unión Europa (y menos lazos con Rusia), ¿qué otras cosas deben cambiar en el sistema político ucraniano, según los manifestantes?

R. El sistema político ucraniano es ahora infamemente corrupto. En los últimos 3 años de la presidencia de Yanukovych, muchas empresas se han quejado de ser atacadas por las agencias del gobierno, como por ejemplo las autoridades fiscales, los cuerpos de la policía o el sistema judicial. La agenda política del presidente también incluye la represión de la prensa.

Mucha de la prensa que había sido libre pertenece ahora a los oligarcas leales al presidente. Y la exprimera ministra Yulia Tymoshenko, que es una de las líderes de la oposición, lleva como prisionera política desde 2011.

P. ¿Cómo es el ambiente en la Plaza de la Independencia? Después de 4 semanas, ¿los manifestantes aún tienen las mismas esperanzas de cambiar las cosas?

R. Como dicen, la esperanza es lo último que se pierde. Esta semana el presidente Yanukovych firmó un pacto con el presidente ruso Vladimir Putin para rescatar la economía de nuestro país. Desafortunadamente, la esperanza de que algunos hombres de negocios que habían financiado la llegada del presidente al poder se distanciaran de él no se ha hecho realidad. Lo más seguro es que esos oligarcas que aún apoyan a Yanukovych serán los primeros beneficiarios de los 15.000 millones de dólares en préstamos y la bajada del precio del gas natural que Putin le ha asegurado. Así que los manifestantes siguen en las calles de Kiev, porque creen que es el principio, no el final, de su lucha para acabar con un régimen corrupto e inmoral y vinculan el futuro de su nación a los valores de la Unión Europea.

P. Ante esta situación, ¿cómo están respondiendo las iglesias evangélicas de Kiev? Anatoliy Kaluzhny (de la New Life Church de Kiev) nos informaba hace dos semanas de que hay reuniones de oración durante la semana, y tiendas montadas por cristianos en la plaza . 

R. Esta situación sin precedentes en nuestro país ha obligado a todas las denominaciones cristianas a pensar cómo debería ser la involucración sociopolítica de los cristianos, y cuál debería ser su actitud ante la opresión y la injusticia. Desgraciadamente, no todas las iglesias evangélicas tienen la misma visión en cuanto a la responsabilidad y la justicia social. Algunos evangélicos prefieren expresar su obediencia a Jesucristo no participando de las manifestaciones, porque creen que la evangelización y la preocupación social son excluyentes. No obstante, muchos creyentes evangélicos creen que a Dios le importa la justicia y la reconciliación y lo demuestran a través de su activismo social, y haciendo uso de su responsabilidad social individual en la sociedad ucraniana. En medio del campamento de los manifestantes hay una tienda de oración 24/7 interdenominacional donde los cristianos hablan de las buenas nuevas a todo el que quiera escuchar, regalan Biblias, oran con la gente, y también sirven té y galletas a los manifestantes.

P. Si piensas en los evangélicos en Ucrania en general, ¿qué porcentaje crees que estaría de acuerdo con las manifestaciones en contra del gobierno?

R. Es difícil hablar de porcentajes, puesto que aún no se ha hecho ningún estudio. Mi familia y yo, al igual que el 90% de mis amigos cristianos estamos de acuerdo y participamos en las manifestaciones en contra del Gobierno.

P. ¿Qué valores bíblicos crees que cambiarían tu país, si se pusieran en práctica?

R. No hace falta decir que nuestra esperanza última de un cambio positivo y de un futuro mejor para Ucrania se basa solo en Jesús. Uno de los logros clave de ‘EuroMaidan’, independientemente de la resolución de la situación política actual, es que los ucranianos estamos desarrollando la capacidad de mirar más allá de los problemas inmediatos y de la incertidumbre, con fe y confianza en Dios como la realidad última. Como resultado de ‘EuroMaidan’, la sociedad civil ucraniana está creciendo y expandiéndose como una iniciativa comunitaria.

Una nueva nación está resurgiendo en Ucrania: una nación libre del temor, que anhela la libertad y el respeto a los derechos humanos, la justicia y la responsabilidad social. Para nosotros los cristianos de Ucrania es un momento histórico, no solo para decirle a la gente cómo deben de vivir y cómo deben tratarse los unos a los otros, sino también para ser agentes de cambio, defensores de la reconciliación y vivir los valores bíblicos en las relaciones sociales.

P. Por último, estamos casi en Navidad. ¿Cómo crees que los cristianos de Kiev viviréis estos días y cómo podéis ser luz en medio de la tensión social?

R. Creo que nadie pensaba que las protestas durarían tanto (por cierto, la navidad ortodoxa, que es cuando será fiesta en todo el país, es el 7 de enero). Sin embargo, en medio de la agitación política y social, tenemos la increíble oportunidad de apuntar a aquel que es la esperanza definitiva, Jesucristo, nuestro Salvador y Liberador. Pido a Dios que más y más manifestantes encuentren la fe y la esperanza en Cristo en estos días de navidad. Uníos a nosotros en oración.

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