domingo, 4 de mayo de 2014

El gobierno argentino financia la obra de una Catedral para recibir a Francisco

Casi 3 millones de euros

El gobierno argentino financia la obra de una Catedral para recibir a Francisco


El gobierno argentino ha iniciado la construcción de una Catedral católica en Buenos Aires, capital de la República Argentina.

El proyecto ha sido avalado y financiado por el ministerio de Planificación. Con un coste de 30 millones de pesos (2,7 millones de euros), el proyecto ha despertado numerosas críticas en un país sumido en una larga crisis financiera.

La catedral no cuenta todavía con la “bendición” de la iglesia Católica, aunque desde el Gobierno se espera que el mismo Francisco de el visto bueno sobre la construcción. Está previsto que el Papa visite su país en 2016.

“Esta es la catedral que Ezeiza se merece para recibir al Papa cuando nos visite”, dijo el ministro de planificación Julio De Vido durante el acto de presentación del proyecto.

Ante la noticia, el obispado del lugar -a cargo de monseñor Jorge Lugones- aclaró que no autorizó la construcción del templo, ni sabía del otorgamiento de un subsidio para la obra.

Con una planificada capacidad para 650 fieles sentados, su planta (con una típica forma de cruz), tendrá 17 metros de ancho por 35 de largo. Y un campanario lateral de 30 metros de altura. A modo de comparación, las torres de la Catedral de Luján tiene 106 metros.

CRÍTICAS DE LA ASOCIACIÓN BAUTISTA
Una de las entidades evangélicas del país, la Asociación Bautista Argentina, ha criticado el proyecto.

Raúl Scialabba, presidente de la Asociación, se expresó contra este “agravio a la igualdad religiosa”.

“Que en pleno siglo XXI en la Argentina, se utilicen los recursos públicos en forma absolutamente discrecional,provenientes del cobro de impuestos a ciudadanos creyentes, agnósticos o ateos para la construcción de templos, cualquiera sea su religión, resulta imposible de tolerar”, dice Scialabba.

“Una vez más reiteramos que cada iglesia o comunidad religiosa debe asumir su compromiso de sostener por sí misma con recursos propios, su culto y las actividades que puedan derivarse del mismo”, afirma, citando a continuación los principios de separación entre Estado e iglesia que defienden desde su asociación.

“Sigamos trabajando sin claudicar hasta que la igualdad sea realidad en nuestro país”, concluye Scialabba.

Fuentes: La Crónica, Infobae

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